Desde el punto de vista más científico, la metodología es una “vía o modo de razonamiento para alcanzar un fin, en especial, modos empleados para alcanzar la verdad”. (1) Si nos vamos a la raíz etimológica, viene del griego methodos que significa camino. Dicho de otro modo, comprensible para el resto de nosotros los mortales, la metodología responde a la pregunta eterna de ¿y ahora cómo le hago?
Las Artes Visuales no son la excepción pues podemos aplicar todas las vertientes que tenemos de la metodología. La primera es la analítica, piedra angular de cualquier método de investigación y quisiera pensar que el origen de los demás métodos. Por análisis entendemos la “descomposición de un objeto [de estudio] en las partes que lo constituyen”. (2) Tras la cual viene la síntesis, una “unificación de los elementos que han sido descompuestos primero por el análisis”. (3) Y está claro que ambos enfoques los aplicamos en los trabajos de investigación teórica en las ciencias exactas, las ciencias sociales y por supuesto las Artes Visuales. En ese sentido, no hay vuelta de hoja.
Donde se torna interesante es en el uso de la metodología fenomenológica y heurística. Hablando de fenomenología, podemos aplicarla en dos aspectos de las artes visuales. Sin embargo quisiera hacer una aclaración muy pertinente pues creo que la fenomenología que propone Husserl “que mantiene que el método filosófico debe prescindir de toda presuposición y describir, sin hacer hipótesis, las esencias que se ofrecen al pensamiento”,(4) lo cual me parece casi imposible pues somos seres que tenemos prejuicios y es difícil no integrarlos a nuestra vida diaria como investigadores. En ese sentido, la fenomenología que plantea Kant es mucho más interesante de aplicar en dos aspectos de las Artes Visuales. Kant sostenía que este método de debía basar en la experiencia (5) y dentro de la práctica de la fotografía que es mi caso, el acto fotográfico está (o debe de estar) basado en la experiencia y en ese caso, el fotógrafo observa la vida y esa es precisamente la experiencia visual de la que nutrimos nuestro arte. En el caso particular de la docencia, ningún ser humano es igual a otro, podremos compartir características similares en un grupo pero también cada grupo tiene dinámicas distintas. En mi labor como docente de ya casi 8 años me he dado cuenta que la experiencia es el método a seguir en este caso. Cada grupo es diferente y hay que aplicar esa “voz de la experiencia” cada vez que estamos frente a un grupo. La heurística plantea “inventar o descubrir hechos valiéndose de hipótesis o principios que, aun no siendo verdaderos, estimulan la investigación”. (6) Si nos vamos por el lado en el que las Artes son un medio en donde somos completamente libres, la heurística resulta ser ideal en el campo de la investigación práctica. En la producción de obra tenemos una investigación estética personal y este enfoque metodológico nos ofrece esa libertad. Lo “peligroso” sería aquí de hablar sobre algo que no es verdadero pero quisiera pensar que en el caso de las ciencias exactas, inventar si resulta hasta irresponsable pero en nuestro campo es perfectamente válido explora a partir incluso de una creencia y la riqueza estriba precisamente en la posibilidad de seguir en esa búsqueda.
El Dr. Fernando Zamora sostiene que todo proceso creativo lleva una metodología (7), nada más cierto en el caso de las Artes Visuales o incluso, parafraseando al Maestro Juan Manuel Marantes (8), tal vez nuestra metodología es no tener una metodología. Lo excitante es seguir creando procesos metodológicos y el camino (methodos) de la búsqueda es el que labramos, lo que lo hace aún más interesante.
1 XIRAU, Ramón; Introducción a la historia de la filosofía; Editorial Limusa; pág. 492
2 Ibídem; pág. 482
3 Ibídem; pág. 497
4 Ibídem; pág. 488
5 Ibídem: pág. 392
6 Enciclopedia Salvat Diccionario; Tomo 7; pág. 1698
7 Conferencia sobre la Hermenéutica de la Imagen (Auditorio Alfonso Caso, 16 de junio de 2008)
8 Conferencia sobre Aproximaciones a la investigación Interdisciplinaria (Videoaula de la Escuela Nacional de Artes Plásticas, 4 de junio de 2008)
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